jueves, 22 de julio de 2010

El preservativo femenino, todavía poco difundido pese a su eficacia.

A pesar de ser tan eficaz como su par masculino, el preservativo femenino, no está tan distribuido en el mundo, lamentaron este martes representantes de ONGs durante la Conferencia Internacional sobre el Sida en Viena.

"Las mujeres están hartas de pedir permiso para salvar su propia vida", declaró a la prensa Serra Sippel, presidenta de la asociación CHANGE.

En 2008, se repartieron solamente 18,2 millones de preservativos femeninos, por 2.400 millones de preservativos masculinos. En África subsahariana, donde el 60% de los adultos está contaminado con el VIH, un preservativo femenino por cada 300 mujeres es disponible cada año.

"El preservativo femenino está en el mercado desde hace 15 años, pero desde hace 15 años es objeto de burlas", deplora Lucie van Mens, coordinadora de la UAFC (Universal access to female condom).

"Sólo existe un modelo disponible en el mercado", mientras que el preservativo masculino existe en distintos modelos, tamaños y colores, añadió, e instó a los distribuidores a invertir en el desarrollo de otros modelos de preservativos femeninos, "a fin de que las mujeres puedan encontrar el que mejor le convenga".

También es un producto demasiado caro. "En Zambia, un preservativo femenino cuesta 50 centavos, en lugar de 1 centavo para un preservativo masculino", informó Carol Nawina Nyirenda, de la asociación CITAM+.

"Se trata también de un elemento clave para permitir a las mujeres controlar su procreación", añadió Jim Clarken, responsable de Oxfam.

Estudios de la ONG en Camerún y Nigeria mostraron "una tasa increíblemente fuerte de aceptación del preservativo femenino, tanto por mujeres que por hombres", indicó.

Un estudio de la ONU en 40 países en 1997 ya había revelado una tasa de aceptación del 96%.

Sin embargo, se acepta mejor cuando no se lo presenta como un medio de protección contra el sida, indicó Lucie van Mens, sino más bien como un medio de contracepción, y una herramienta de estimulación sexual.

"También es importante dar a las mujeres el derecho a jugar con el sexo", concluyó.

Todos los delegados y periodistas inscritos en la conferencia de Viena recibieron una muestra del preservativo femenino.